2
Noviembre 1979
Un
viernes soleado, temperatura agradable para el mes de Noviembre, el Dr.Fabian Isamat,
se levantaba un día más sabiendo que le esperaba una larga jornada en el
quirófano de Bellvitge.
Como otros muchos días tenía que extirpar un
tumor cerebral a un paciente. En este caso se trataba de una chica, joven de 32
años, llamada Inma, a quien se le había detectado este tumor hacía un
mes aproximadamente
Todo
este “trance” empezaba unos meses antes, a finales de Agosto.
Inma,
quería enseñar a su madre la casa que se había comprado, junto a su marido, en
Fontdepou donde iría a pasar los fines
de semana y las vacaciones con toda la familia (marido y dos hijas pequeñas).
Inma se
había casado hacía 9 años y había dejado su Barcelona natal para ir a residir a
Lleida donde su marido gerenciaba un negocio de transporte de viajeros.
Y allí
que nos fuimos! Si, nos fuimos!! Inma
era una de mis hermanas.
Yo
acompañé a mamá a conocer la casa de Fontdepou donde previsiblemente, Inma
iba a pasar muchas vacaciones.
Y recuerdo como si fuera hoy que estando en la
cocina, como quien dice una banalidad, Inma nos dice: “No sé que me pasa que a
veces veo doble” “Pues ve a un oculista,
hija. Seguramente no es nada pero háztelo mirar.” Le respondió inmediatamente
mamá.
A
partir de aquí lo demás ya es previsible. Al oculista no le gusta lo que ve, le
envía a un neurólogo…etc.
Y
llegamos a ese día 2 de Noviembre.
Mi hermana Inma, con su cabeza rasurada, su
inmensa calma-“parsimonia” le decíamos nosotros- su inseparable sonrisa se
disponía a estirarse en la camilla para ya nunca más volverse a poner de pie.
La
operación fue muy bien- las operaciones casi siempre van muy bien-el Dr. Isamat era tal vez el mejor neurocirujano
de aquellos tiempos y la verdad solo tenemos que reconocimiento hacia él. La
operación era muy complicada.
Ya por
la tarde, me dejaron entrar en la UVI, donde Inma se “recuperaba” y
efectivamente estaba consciente y aparentemente no había perdido ninguno de sus
sentidos vitales- había mucho riesgo de ello.
Le
llamé, abrió los ojos, me sonrió, nada extraño, y me hizo el gesto de victoria con
dos dedos de su mano derecha. Mis ojos llorosos por la emoción, alegría me
aconsejaron salir de la UVI, no sin antes
besar su frente.
Ese es
el último recuerdo que tengo de Inma en estado consciente.
A partir de ahí se
fueron sucediendo diversas complicaciones y tras estar un mes justo en aquel
“limbo” de la UVI de Bellvitge, Dios le llamó a su lado. Era demasiado buena
para perder más tiempo en este mundo tan terrenal.
El 2 de
Dic 1979 fallecía.
Aunque nosotros la “perdimos” hoy hace 33 años. Ella tenía
32.
Su
frase preferida: “Obra bien, que dios es dios”
Creo
que ella invento las redes virtuales.
Desde entonces yo estoy “conectado” con
ella.
No la veo, no la oigo, pero la siento.-
Cuando ella me aceptó como “amigo”
en esa red virtual me encontré que ya se había unido también mi padre
(fallecido 1971) y luego se ha ido añadiendo mucha más gente, mi madre (2009)….
pero mi primer nexo fue Inma.
Desde
entonces casi todos los días me “conecto” a esa red y “chateamos”. Ahora ya hay
más gente :)
Con
ella perdi/mos mucho. Si no nos hubiera dejado tan joven muchas cosas hubieran
sido diferentes. Hasta tendríamos dos sobrinas más.
A lo
pocos días de su fallecimiento, Inma que era muy Zen- antes ya la he descrito-
quiso que se cruzara en mi camino la que ahora es mi esposa, mi ZEN, en eso se
parecen, y ha sido el mejor regalo que me podía hacer.
Yo no
creo en las casualidades!!.
Te
quiero Inma. Te queremos. Un beso muy fuerte :) aunque sea virtual
Y por que lo escribo hoy y no otro 2 de Noviembre? Porque hoy también es viernes y espero que soleado